Para evitar la transmisión estructural del ruido y en ocasiones las vibraciones será preciso tratar acústicamente el suelo. El aislamiento acústico de suelos consta de efectuar un suelo flotante para que todos los ruidos estructurales (música, pisadas, golpes en el suelo, arrastres de mobiliario, carros, incluso vehículos) sean absorbidos por el material fonoabsorbente y antivibratorio, evitando que dichas transmisiones lleguen a la vivienda superior.
Dependiendo del tipo de ruido o vibración se emplearán diferentes materiales para conseguir el aislamiento acústico de suelos , por lo que inicialmente y dependiendo del caso se efectúa un estudio acústico para adecuar los materiales a u caso particular.
El hecho de conseguir controlar el ruido a través del suelo es, a menudo, una obligación para conseguir un aislamiento acústico de locales óptimo.
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