Un techo acústico es aquel que tiene unas propiedades acústicas bien para aislar o bien para absorber sonido.
Si lo que queremos es un techo acústico para que el ruido no se transmita de un local inferior “A” a otro local superior “B”, necesitaremos un techo acústico insonorizado. Generalmente para asegurarnos la mínima transmisión de ruidos de un local “A” a otro “B”, también será necesario actuar sobre las paredes del local y en ocasiones incluso sobre el suelo. Este tipo de techos están compuestos normalmente por materiales pesados, desconectados estructuralmente del edificio mediante el uso de amortiguadores de caucho.
Sin embargo si lo que queremos es que dentro de nuestro local haya un confort acústico agradable, sin ecos ni sonidos molestos entonces necesitaremos un techo acústico absorbente.
Al entrar a algunos locales (especialmente en espacios donde hay un aforo superior a 5 personas (en oficinas, aulas, salas de espera, tiendas de ropa, comedores, bares, cafeterías, restaurantes, etc.) da la sensación de que en el interior del mismo hay mucho ruido o mucho “eco”. Es una sensación molesta ya que para poder conversar con la persona que tenemos al lado, hemos de alzar la voz porque se escucha más a otras personas hablando cerca nuestro, que a quien nos está hablando.
El ejemplo más claro quizá sería el comedor de un colegio. Con 50 o 60 niños gritando todos a la vez, los niveles sonoros se multiplicarán si el comedor está acabado con superficies reflectantes, porque no hay ningún elemento que absorba el ruido que se está generando.
Esto es debido a la elevada reverberación del local. Normalmente una reverberación elevada se presenta cuando los materiales vistos que forman el local son reflectantes y por tanto no son capaces de absorber sonido. (Un techo de escayola, un suelo de mármol, las paredes lucidas de yeso, cristal o espejos, etc.)
Para conseguir reducir la reverberación de un local y por tanto ganar en confort acústico hay que introducir materiales fonoabsorbentes (materiales porosos que puedan absorben sonido y no lo reflejen o lo reflejen lo mínimo posible).
Se puede actuar sobre las paredes, sobre el suelo o sobre el techo. En actividades destinadas a hostelería como bares o restaurantes es interesante actuar sobre el techo, colocando uno a base materiales absorbentes.
Los techos pueden ser tanto fijos como desmontables y para que sean absorbentes deberán en ambos casos contener materiales porosos.
Un techo desmontable fonoabsorbente o techo desmontable acústico está formado normalmente por una perfilería lacada en el color que queramos (normalmente blanco o negro) y placas desmontables a base de fibras absorbentes. Cuando el sonido incide en ellas queda “atrapado”.
Existen techos a base de escayola, madera o metal que presentan unas perforaciones para dejar pasar el sonido. Por encima de este techo se coloca una manta de material fonoabsorbente para que una vez el sonido atraviese el techo por las perforaciones, quede atrapado por ese material.
De nada sirve tener un techo a base de placas de escayola totalmente liso y sin perforaciones y colocarle encima cualquier material fonoabsorbente ya que cuando el sonido incida sobre las placas de escayola lisas, estas lo reflejarán de nuevo contra el suelo.
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Comments (2)
Muy interesante. Creo que debería estar regulado por ley no solo el aislamiento acústico de los locales, sobretodo para no molestar a los colindantes, sino también el acondicionamiento de los propios negocios, pues en algunas ocasiones es imposible hablar, aunque el número de personas sea muy reducido.
Pero qué le vamos a hacer, ¡esto es España!
Ya está regulado por ley no solo el aislamiento acústico de los locales, sobretodo para no molestar a los colindantes, sino también el acondicionamiento de los propios negocios.
Lo regula el Código Técnico de la Edificación- Documento Básico de Protección frente al Ruido CTE-DB-HR.