El próximo día 24 de abril de 2013 se celebra el día internacional de concienciación sobre el ruido.
Este día pretende alertarnos de los problemas que puede llegar a ocasionar el ruido en nuestro organismo y concienciarnos de que es posible vivir y sobretodo dejar vivir sin emitir un exceso de ruido innecesario;
Ruidos en nuestras casas, en el trabajo, en la calle, ruido de tráfico, industrias, aviones, etc. La vida en general no se concibe sin ruido y en una ciudad el efecto del mismo se multiplica. No obstante una cosa es generar ruido y otra muy diferente es generar un exceso de ruido.
Cada vez son más las normativas que se centran en la contaminación acústica y es que por norma general somos ruidosos. Algunos más que otros. Incluso a veces sin ser conscientes de ello. La percepción del ruido es muy subjetiva y lo que a uno no le molesta para nada, a otro puede “trastornarlo”. Y sobre todo depende del momento del día o de la noche. En horas de descanso un ruido nos molesta y nos afecta mucho más.
Alarmas, locales, vehículos, maquinaria. Prácticamente todo emisor acústico tiene regulados unos niveles máximos de ruido, con el fin de que no emita un exceso de ruido. Y es que un exceso del mismo en nuestras vidas cotidianas puede acarrear serios problemas para la salud como por ejemplo:
- Cefalea.
- Dificultad para la comunicación oral.
- Disminución de la capacidad auditiva.
- Perturbación del sueño y descanso.
- Estrés.
- Fatiga, neurosis, depresión.
- Molestias o sensaciones desagradables que el ruido provoca, como zumbidos y tinnitus, en forma continua o intermitente.
- Efectos sobre el rendimiento.
- Alteración del sistema circulatorio.
- Alteración del sistema digestivo.
- Aumento de secreciones hormonales (tiroides y suprarenales).
- Trastornos en el sistema neurosensorial.
- Disfunción sexual.
- Otros efectos.
Por ello queremos animaros a que al menos en este día de concienciación sobre el ruido intentéis ser lo más silenciosos posible! Vuestro organismo y el del resto de personas os lo agradecerán!
Para ello os planteamos dos simples experimentos caseros:
- EXPERIMENTO 1:
¿Quién no ha empezado a ver la televisión y al cabo de un rato se ha dado cuenta de que le molestaba porque estaba a un volumen muy alto? (Y bajándole el volumen la oías igual y además era más agradable!).
Prueba lo siguiente: enciende la TV y déjala al volumen que la tenías. Pasados 5 minutos coge el mando y reduce el volumen. ¿Cuántos “puntos” más las puedes bajar y aun así la sigues oyendo bien?
- EXPERIMENTO 2:
A la hora de cenar o de comer (que es cuando seguramente suelen estar tus vecinos en casa), quédate en casa callado/a durante 5 o 10 minutos. Seguramente escucharás ruidos y /o voces de tus vecinos (arrastres de sillas, televisión, golpes, voces, ruido de bajantes en los baños, música, electrodomésticos, etc.)
Ahora párate a pensar que seguramente todo lo que has oído de tus vecinos, ¡ellos también lo habrán oído de ti en otra ocasión!
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